Cómo limpiar una parrilla de gas o carbón

¿Cuándo fue la última vez que limpiaste tu parrilla? Sé que al mío le toca una limpieza corporal total. Para mantener una parrilla en buen estado, debe raspar las rejillas, limpiar la trampa de grasa y/o tirar las cenizas cada vez que cocine.

Pero para asegurarse de que su parrilla funcione de la mejor manera en los años venideros, debe entrar y fregar periódicamente. No te preocupes, te guiaré a través de ello.

Si limpia su parrilla cada vez que la usa (y debería hacerlo), el proceso de limpieza tomará de cinco a 10 minutos. Una limpieza profunda estacional debería tardar entre 30 minutos y una hora (dependiendo del tipo de parrilla).

Las parrillas de carbón son las más sencillas de mantener y, si las trata con cuidado, serán el pilar de sus comidas al aire libre durante muchos años.

Limpiar las rejillas de cocción. Raspo el mío con un cepillo de alambre para parrilla antes de agregar comida a la parrilla, cuando las brasas están más calientes. Cualquier resto de comida sobrante de la última cocción se quemará y se liberará más fácilmente de las rejillas.

A algunas personas no les gusta usar cepillos de alambre por miedo a que unas cerdas de acero rebeldes acaben en la comida. En ese caso, puedes fregar las rejillas con papel de aluminio arrugado o un estropajo de acero rizado. También nos encanta The Great Scrape Woody Shovel, una paleta de madera dura con un borde cónico recto que se marca en las parrillas calientes, lo que da como resultado un raspador con la forma perfecta para su parrilla. Limpie el hollín restante y los residuos de las rejillas con un trapo limpio y húmedo (sujetado con pinzas) y luego aplique una capa ligera de aceite vegetal. Puedes usar pinzas y una toalla de papel (mi preferencia) o una brocha de silicona para este paso.

Tira la ceniza después de cada uso de tu parrilla. Es mejor dejar que se enfríe por completo antes de hacer esto, porque las brasas calientes se esconden en la cámara de combustión y en el cenicero. Pero siempre me olvido de hacer esto de manera oportuna. Cuando las cenizas están a salvo, mi cerebro está en otra parte. Si eres como yo, o simplemente quieres ser más cauteloso, puedes tirar las cenizas en un pequeño bote de basura de metal con tapa. Luego, tírelo a la basura cuando esté lleno y completamente frío.

Nunca, jamás, apagues las brasas con agua. El agua mezclada con cenizas crea lejía, que provoca quemaduras químicas y corroe el metal. Por la misma razón, no dejes tu parrilla bajo la lluvia.

Si su parrilla está muy sucia, es hora de que se la limpie a fondo. Estamos hablando de guantes y agua caliente con jabón, y tal vez incluso un poco de desengrasante.

Antes de comenzar a fregar, cepille o aspire la mayor cantidad de ceniza seca posible (una aspiradora de taller funciona bien para esto). Lave la parrilla y la tapa con una manguera, por dentro y por fuera, para enjuagar cualquier ceniza residual. Ahora empieza a fregar (con guantes puestos). Necesita agua caliente, un estropajo de plástico y jabón para platos o desengrasante. Si usa jabón para platos, simplemente frote toda la cámara de combustión y las rejillas con agua caliente y jabón, luego enjuáguelas bien y séquelas. Si usa desengrasante, asegúrese de que sea seguro para las superficies de los alimentos (yo uso Simple Green). Rocíe el desengrasante y déjelo reposar durante unos 20 minutos para que penetre en la suciedad. Después de eso, frota todo con tu estropajo y enjuaga bien con agua caliente. Cuando uso desengrasante en mi parrilla, me gusta darle una vuelta con agua caliente y jabón y luego enjuagar nuevamente.

Las parrillas de carbón no tienen partes eléctricas ni móviles sensibles, por lo que no es necesario cubrirlas con cubiertas como lo hacen otros tipos de parrillas. Dicho esto, como mencionamos anteriormente, realmente debes mantener tu parrilla alejada de la lluvia. Guárdelo en un garaje, cobertizo o área cubierta. Si no tienes ese tipo de espacio, entonces sí, ponle una funda. Asegúrese de limpiar las brasas y las cenizas completamente apagadas antes de guardar la parrilla.

Como antiguo enemigo de las parrillas de gas, admito que ahora estoy en el tren del propano. Son muy cómodos y sencillos de usar, pero es fácil dejar de lado el cuidado y la limpieza adecuados. Es decir, hasta que te enfrentas a un pequeño y molesto incendio de grasa.

Adquiera el hábito de revisar la bandeja para grasa y la bandeja recolectora debajo de la cámara de combustión. Si se desbordan, tendrás que quitar la grasa de tu parrilla y de tu patio con desengrasante. Limpiar con manos y rodillas no es divertido sobre concreto (o adoquines o baldosas).

Me gusta limpiar las parrillas de gas de la misma manera que lo hago con las parrillas de carbón. Los froto con un cepillo de acero (también puedes usar una bola de papel de aluminio acolchada o un estropajo rizado de acero inoxidable) cuando la parrilla está caliente, luego sigo con un trapo limpio y húmedo y una fina capa de aceite. Sin embargo, "limpiar las parrillas calientes daña más fácilmente el revestimiento de porcelana de las de hierro fundido, lo que permite que se forme óxido", según Joe Salvaggio de Big Apple BBQ (lo entrevistamos para nuestra guía sobre parrillas de gas). Si le preocupa rayar las rejillas, puede encender la parrilla a temperatura alta durante 10 minutos con la tapa cerrada y luego dejar que se enfríe por completo antes de limpiar las rejillas.

Inspeccione las campanas de los quemadores (las placas de metal que se encuentran directamente encima de los quemadores) para detectar acumulación de grasa. Estas piezas están diseñadas específicamente para evitar llamaradas protegiendo los quemadores del goteo de grasa.

Si hay acumulación en las campanas, límpielas con agua caliente y jabón y un estropajo (no debería tener que hacer esto con frecuencia). Mientras lo hace, encienda los quemadores y revise los puertos de los quemadores en busca de obstrucciones. Si ve algún puerto sin llama, asegúrese de apagar los quemadores y cerrar el tanque de propano; luego use el pequeño atizador de alambre incluido con la parrilla para limpiarlos. Si no tienes un atizador, un alambre de metal (o un probador de pasteles de metal, si tienes uno) también debería ser suficiente.

Después de haber cocinado la última hamburguesa de la temporada, limpia bien la parrilla antes de guardarla para el invierno. Retire las rejillas, las campanas de los quemadores y la bandeja para grasa y frótelas con agua caliente y jabón (o un desengrasante apto para superficies de alimentos, como Simple Green) y un estropajo de plástico. Haga lo mismo dentro de la cámara de combustión y la tapa. Enjuague y seque bien todas las piezas antes de volver a montarlas. Además, retire la batería del encendedor antes de guardar la parrilla por un período prolongado para que no se corroa.

Incluso si sigue el programa de limpieza y mantenimiento más estricto, tendrá que reemplazar algunas piezas de su parrilla a medida que envejece. Las campanas extractoras y las parrillas para cocinar, en particular, sufren mucho abuso y no están destinadas a durar para siempre. Mi padre reemplazó estas piezas en su Weber Genesis de 17 años de cuatro a cinco veces (en su opinión) a lo largo de los años.

Consiga una cubierta para parrilla o guarde su parrilla en un garaje o cobertizo para mantenerla limpia y protegida de los elementos. Si no desea buscar una cubierta específica, también puede cubrir su parrilla con una lona de plástico. ¡Es mejor que nada! Cubre tu parrilla cuando no la estés usando, después de que esté completamente fría.

Las parrillas de pellets necesitan un poco más de atención y cariño que los modelos de carbón o gas, porque las parrillas de pellets tienen más piezas electrónicas y mecánicas. No se puede simplemente lavar con manguera una parrilla de pellets; Tienes que quitar las rejillas y la bandeja de grasa para darles un fregado adecuado. Otra razón para mantener alejada la manguera de jardín es que los pellets de madera se expanden cuando se mojan, lo que provoca atascos en la barrena.

Limpie las rejillas de cocción después de cada uso de la parrilla. Dado que las parrillas de pellets no están hechas para calentarse mucho, los restos de comida que se pegan a las parrillas son más pegajosos y horneados que los trozos negros de carbón. Primero, intente raspar las rejillas con un cepillo para parrilla. Si están muy pegados, remójelos en agua caliente con jabón, como lo haría con una sartén para lasaña, antes de frotarlos con un estropajo.

Es una buena idea limpiar la bandeja para grasa debajo de las parrillas de cocción después de cada sesión de cocción, pero especialmente después de ahumar carnes grasas durante mucho tiempo, como la panceta o la pechuga de cerdo. La acumulación de grasa provoca incendios, y eso apesta. Puedes usar un raspador de pintura para quitar la mayor parte de la suciedad de la bandeja de grasa mientras aún está un poco caliente. Si eso no le resulta lo suficientemente limpio, frote la sartén con agua caliente y jabón y una esponja para fregar, luego enjuáguela y séquela. Proteja sus manos con guantes o toallas.

Asegúrese de que el conducto entre la bandeja para grasa y el cubo recolector (que cuelga del costado de la parrilla) no esté obstruido con restos de comida. Si el conducto se obstruye, también corre el riesgo de que se produzca un incendio de grasa. Un agitador de pintura de madera barato (u otra herramienta no metálica de forma similar) sería suficiente. Este también es un buen momento para tirar el cubo de grasa a un lado.

Después de quemar un par de bolsas de pellets, limpie las cenizas en el recipiente para el fuego y en la cámara de combustión (debajo de la bandeja para grasa). Demasiada acumulación de ceniza evita que los pellets se enciendan. Debes limpiar la ceniza sólo cuando la parrilla esté completamente fría; Es una apuesta segura esperar hasta el día siguiente de terminar de cocinar. Luego puede utilizar una pequeña pala para chimenea o una aspiradora de taller.

Con el tiempo, la creosota (hollín negro) puede acumularse en el termopar (que se muestra a continuación) y dentro de la chimenea. Si su termopar tiene una capa gruesa de creosota, puede provocar lecturas de temperatura inexactas en el termostato. Limpiar el termopar es sencillo: simplemente limpie suavemente la creosota con un paño suave y húmedo.

La creosota acumulada en la chimenea puede provocar un incendio. Por eso es una buena idea raspar la chimenea de vez en cuando con un agitador de pintura de madera. Una representante de Traeger incluso me dijo que utilizó una escobilla de baño para este trabajo. Independientemente de la herramienta que elija, asegúrese de que no sea metálica.

¡Consigue una funda para parrilla! Las parrillas de pellets son sensibles a la humedad, por lo que, aunque están diseñadas para usarse en exteriores, no debes asumir que son impermeables a los elementos. Incluso con una cubierta, su parrilla de pellets debe guardarse en un garaje o cobertizo de almacenamiento (si tiene espacio) o esconderse debajo de un toldo. Asegúrese de vaciar la tolva y el sinfín antes de guardar la parrilla, especialmente si vive en un clima húmedo o lluvioso. Nuevamente, la humedad hace que los pellets de madera se expandan, así que asegúrese de guardarlos en un recipiente con tapa hermética.

Este artículo fue editado por Marilyn Ong y Alejandra Matos.

Lesley Stockton

Lesley Stockton es una redactora senior que informa sobre todo lo relacionado con la cocina y el entretenimiento para Wirecutter. Su experiencia se basa en una carrera de toda la vida en el mundo culinario, desde cocinera de restaurante y proveedora de catering hasta editora de alimentos en Martha Stewart. Está perfectamente feliz de dejar todo eso atrás para dedicarse a tiempo completo a los utensilios de cocina.

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